Las botellas de plástico PET son residuos de alto valor añadido, con métodos de reciclaje sencillos y una tecnología relativamente madura. Se ha establecido una cadena industrial integral tanto a nivel nacional como internacional. En comparación con otros plásticos, las botellas de PET tienen una alta tasa de reciclaje. Los Estados miembros de la UE, mediante el establecimiento de un sistema de depósito, han logrado una tasa de reciclaje de alrededor del 90%. En 2017, la tasa de reciclaje general de la UE alcanzó el 58,2%, la de Japón superó el 92% y la tasa de reciclaje de botellas de bebidas PET de China alcanzó más del 94%.